27 de agosto de 2009

Ja!

Una cosa es volver a ver al Innombrable, sin esperarlo, me agarra de sorpresa, empiezo a hiperventilarme, tiemblo y me quedo sin voz.
Otra cosa, muy diferente, es ver a MJ. Ya pasaron 3 años. Lo nuestro nunca fue formal y duró mucho menos tiempo que lo de R.
La mejor parte de ver a MJ es que, cada vez que lo veo, no es como un vino: no se pone mejor con los años... a él le pasa a la inversa. Si, es claramente la culpa de los excesos con los que vive, pero que me importa.
Lo vi. Me dijo: "Che, que bien te ves! Andás bien, no?" Ja! Chiquito, elevaste mi estima 10 puntos! Gracias!
Después de haber vuelto locas a mis amigas y mi familia, porque lo vi a R; llega este tarúpido, con su cara de "fumo mota, quedo arruinado y soy feliz" y me dice que me veo bien. Ja! Eso me eleva la estima... mi ego!
Volví a casa con esa sonrisa de quien se siente realizada.
Con que poco me conformo, no?